Armin
derrotó 4-3 a Melos en la primera fecha del Torneo Clausura de
fútbol 8 “A” de los sábados. Ambos equipos se habían
enfrentado en las semifinales del Apertura y el ganador había sido
el mismo.
Por Roi Waremkraut
La
primera jornada del Torneo Clausura de fútbol 8 de los sábados
empezó con un duelo para alquilar balcones. Armin, último campeón,
se enfrentó a Melos, equipo al que había eliminado en semifinales
del Apertura. El defensor del título no empezó bien el partido y
los blancos sacaron dos goles de diferencia en los primeros minutos,
pero el equipo negro sacó a relucir su chapa en el segundo tiempo y
lo dio vuelta sobre el final para sumar sus primeros tres puntos.
Con
hambre de revancha tras la caída en el campeonato pasado, Melos
salió a jugar concentrado y decidido a conseguir el triunfo. Se
encontró con un gigante dormido y aprovechó para golpearlo en las
primeras dos jugadas del partido con goles de Pedro Jordán. El
campeón tardó en reaccionar, pero lo hizo a los cinco minutos para
conseguir el descuento a través de Nelson Espíndola, que encontró
un rebote afuera del área y no perdonó.
El
partido prometía un ida y vuelta feroz, repleto de goles de ambos
lados, pero no cumplió. A partir del gol de Armin, el desarrollo se
volvió muy trabado y se jugó lejos de los arcos, así que el 2-1 se
mantuvo hasta el entretiempo.
El
conjunto negro asumió el protagonismo en el inicio del complemento y
se adueñó de la pelota para ir en busca de la igualdad. Sin
embargo, le costó llegar con peligro y se encontró con un equipo
duro, que se cerró bien atrás y contragolpeó con pelotazos y tiros
libres. Melos tomó confianza a partir de su buen rendimiento
defensivo y comenzó a llegar con más claridad en las réplicas,
aunque no estuvo fino en la definición y lo terminó sufriendo.
Matías
Mosqueda, el volante central de Armin, se puso el equipo al hombro en
los últimos minutos del partido y a través de su juego logró ir
metiendo a Melos contra su valla. Él mismo acertó un remate de
media distancia que se escurrió entre las piernas del arquero para
lograr el empate, pero a falta de cinco minutos para el cierre, el
equipo blanco retomó la ventaja con un gol insólito de lateral. El
arquero del equipo negro tocó la pelota tras un saque de manos,
convalidando el tanto de su rival.
Daba la
sensación de que ya no quedaba tiempo para más, pero nunca hay que
dar por muerto al campeón, que lo dio vuelta en los minutos finales
con la conducción de Mosqueda y con dos tantos de Kevin Godoy.
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