Marcos
Leyenda está tocado por una varita mágica. No es un jugador que se destaque por
su talento en el juego, pero siempre dice presente para convertir los goles que
quedan en la historia.
Por Roi Waremkraut
El fútbol
está lleno de jugadores talentosos que son reconocidos por el espectáculo que
brindan todos los fines de semana, y de jugadores intrascendentes que completan
los equipos, pero rara vez forman parte de las mejores anécdotas de los
partidos. Y después están los especiales, los que aparecen en los momentos que quedan
en la historia.
Ese es el
caso de Marcos Leyenda, quien no se destaca por su técnica vistosa sino porque
siempre convierte los goles decisivos, los épicos, los que ganan campeonatos o
te salvan del descenso.
Leyenda
jugó en muchos equipos desde que llegó a TdeA. Nadie sabe de dónde salió. No
tiene amigos ni familiares en ningún equipo. Algunos dicen que cayó del cielo
para ayudar a cada uno de los equipos en el momento que lo necesitan.
A Bayard lo
salvó del descenso con dos goles en los últimos minutos en el primer campeonato
que jugó, el Apertura de 2018. Después pasó a Fui a la Pelota, donde consiguió
el título empatando la final en el último partido y luego marcando el penal
decisivo de la definición.
Ahora se
sumó a Pura Química para hacer historia en un nuevo torneo y llegó a la final.
Todos esperan ver qué va a hacer en esta oportunidad.