El fútbol
es un juego colectivo que se define por el trabajo colectivo de un equipo y por
el talento individual de los jugadores. Pero también hay algo de suerte y
algunos creen tener herramientas para utilizarla a su favor.
Hay una
palabra muy utilizada en el mundo del fútbol , tanto amateur como profesional,
que se dice para mufar a un rival: “Quiricocho”. Sin embargo, pocos saben de
dónde viene o qué significa. Como no podía ser de otra manera, su inventor fue
Carlos Salvador Bilardo en la década del ’60.
"Quiricocho era un muchacho
de La Plata que siempre estaba con nosotros y, como ese año salimos campeones,
lo adoptamos como nuestro amuleto", relató el Doctor.
A partir de
ese momento, la cábala se popularizó y hoy se escucha en diferentes partes del
país y del mundo. TdeA no es la excepción y Quiricocho ya es un personaje
invocado cotidianamente en varias situaciones que se dan los torneos. Solo hay
que prestar atención para escuchar a un jugador, hincha o DT que ante la
desesperación del momento lanza la palabra al aire como manotazo de ahogado.
Cuando hay
un penal para el equipo contrario, en el momento en que el árbitro da la orden
de la ejecución y arranca la carrera del pateador, normalmente se oye a la
distancia un “¡Quiricocho!”, que busca que la pelota se levante por encima del
travesaño o rebote en un poste y salga.
Cuando un
delantero llega libre a enfrentarse con el arquero y el defensor solo puede
verle el dorsal de la camiseta sin chances de evitar un remate peligroso, suele
gritar “¡Quiricocho!” como último atisbo de esperanza para que el atacante
pifie o tire la pelota a cualquier lado menos al fondo de la red.
Algunos ya
están enviciados con Quiricocho y lo invocan en cualquier circunstancia: cuando
llega un centro al área, cuando agarra la pelota el más talentoso del equipo
rival o simplemente cuando la tienen los contrarios.
Desde acá
llamamos a la cordura y pedimos que se utilice el amuleto con racionalidad para
que no pierda su sentido y para que Quiricocho no se convierta en una especie
de dios del fútbol.
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