miércoles, 13 de mayo de 2020

El jugador que engaña con la apariencia


El gordito, el chueco, el encorvado...Sobran ejemplos de hombres que no tienen pinta de futbolistas pero a la hora de los bifes son la figura del partido.

Por Roi Waremkraut

Cuando uno no conoce al rival de turno, suele dejarse guiar por las apariencias. Uno llega a la cancha y mira a los contrarios para ver qué pinta tienen, si son grandotes, jóvenes y esbeltos, o por el contrario son chiquitos, avejentados y fuera de forma. De cualquier manera, el prejuicio es un mal consejero y todos nos hemos llevado sorpresas, de las buenas y de las malas.

En TdeA el caso más conocido es el de Manuel Soso, un jugador de fútbol 8 petiso y gordito, que a primera vista no parece un deportista de ninguna disciplina, pero cuando suena el silbato se transforma en un crack de otro planeta. Le ha pintado la cara a más de uno que no lo conocía. Pasaron defensores de todo tipo que fueron a marcarlo livianamente y quedaron en ridículo ante una velocidad y talento impensados.

También está el caso de Franco Mentira, el jugador de Galácticos FC que con su físico trabajado parece un futbolista profesional, y cada vez que toca la pelota parece que es la primera vez en su vida. Los rivales le temen en la previa de los partidos y después juegan a ver quién le tira más caños.

En definitiva, tanto en el fútbol como en la vida las apariencias engañan y no hay que dejarse llevar por los prejuicios porque te pueden bailar.

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