lunes, 20 de abril de 2020

El jugador comodín


Los equipos que triunfan tienen normalmente a un integrante que no es la figura ni el goleador, pero sabe ocupar el rol que le toca cuando es necesario.


Por Roi Waremkraut

Al armar un equipo de fútbol 8, hay posiciones que necesariamente tienen que ocuparse con gente idónea. Tiene que haber un arquero, un defensor central, dos laterales, un volante central y un delantero. Después, el resto de los puestos pueden variar partido a partido, con un mediocampista o un atacante más.

En general, los equipos que compiten en un torneo, que realmente pelean por el título, son los que saben armarse colectivamente con una designación de puestos y funciones claras, y mecanizan movimientos hasta jugar “de memoria”. Sin embargo, los que tienen un plus son aquellos equipos que saben hacerse de un jugador “comodín”.

El comodín es uno que no se destaca particularmente en ninguna posición, pero tampoco es un burro. No es el amigo que llevás a jugar aunque no sepa patear la pelota porque te da lástima que se quede afuera. El comodín es aquel que no se destaca, pero entiende el juego y sabe ocupar con suficiencia la posición que se necesita en un momento determinado.

Se te lesiona el arquero y el comodín masomenos puede cubrir el arco y dársela a un compañero cuando saca. Expulsan al defensor central o a uno de los laterales y el comodín se ubica en ese lugar del campo. No va a ser Van Dijk o Sergio Ramos, pero no te va a dejar en pelotas.

El comodín tiene tener la capacidad de ubicarse en la cancha, parar la pelota y dársela a uno que tenga la misma camiseta, así que también puede jugar de volante central, y en caso de que te falle un delantero, el comodín debería estar capacitado medianamente para pivotear o patear al arco.
A partir de ahora, afinen la mirada y busquen en cada equipo campeón. Van a ver que en la mayoría, hay alguno que cumple el rol de comodín.

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