Bayard derrotó 6 a 4
a Deportivo Jalapeño, que tiene un empate y ninguna victoria en el campeonato.
Los de blanco no jugaron un buen partido, pero pudieron sobrellevar las
dificultades para quedarse igual con los tres puntos.
Por Martín Wajsbrut
Los equipos no hicieron lo que la tabla decía que iban a
hacer. Bayard no estuvo ni cerca de
jugar como uno de los equipos que aspira al título, ni Deportivo Jalapeño
pareció ser un equipo que está último en el torneo. El partido fue muy
trabado y parejo, y cualquiera de los
dos conjuntos pudo haberse quedado con la victoria. Jalapeño terminó pagando
demasiado caro por la ineficacia de sus delanteros en la primera mitad.
De entrada, al partido le sobraron imprecisiones y le faltó
juego. Jordan Schuler era el que más intentaba
en Bayard, mientras que Juan Pablo Cuervo era el que mejor jugaba en Jalapeño.
Ambos equipos tuvieron sus posibilidades, pero el que abrió la cuenta fue Axel
Jamieson para los primeros. El N°7
aprovechó que Santiago Wessel había salido del arco y lo sorprendió con un tiro
de larga distancia. El propio Wessel metió la pelota dentro de su arco,
tras un córner de Jordan Schuler para que el partido quede 2-0.
Jalapeño sintió los dos cachetazos y salió a buscar el
descuento. Sabía que el resultado no reflejaba el trámite del partido, aunque
sus delanteros siguieron con el arco cerrado.
Tanto Franco Rossi como Mariano Lapadula, no pudieron convertir cuando
quedaron frente a frente con Esteban Yona. Como si fuera poco, en una de las
últimas del primer tiempo, Sebastián Barrientos aprovechó una buena jugada de
Schuler y marcó el tercer gol.
Para el segundo tiempo, Jalapeño volvió a su formación de
todos los sábados: Rossi al arco y Wessel de delantero. Eso no detendría a
Lucas Roldán, que tras una buena jugada colectiva estampó el cuarto gol. El
partido parecía ponerse muy feo para los de rojo, pero con los minutos comenzó
a tener mayor incidencia Wessel. Primero para aprovechar una mala salida del
rival y convertir, y luego para asistir a Juan Pablo Cuervo, que solo la tuvo
que empujar. La diferencia era de dos goles.
Si hubo un momento del partido donde se podría haber
cambiado el destino, fue este. Jalapeño tuvo dos chances inmejorables para
ponerse a uno, pero Esteban Yona tenía otros planes. Axel Jamieson decidió que
eso había que aprovecharlo y puso el 5-2, y luego el 6-3, ya que entre sus
goles descontó Lapadula. Ya sobre el final del partido, Wessel le robó la
pelota al arquero y puso el 6-4 final.
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