Proyecto Crack
llegaba como favorito al cruce de cuartos de final contra La Copita FC, pero el
equipo vestido con la casaca gris y rosa del Rayo Vallecano jugó mejor y se llevó
el pase a la semifinal tras ganar 16 a 9.
Por Roi Waremkraut
En el predio de LEF jugaron el tercero del Torneo Apertura
F5 “A” contra el sexto, Proyecto Crack frente a La Copita FC. Una semana atrás
se habían enfrentado por la última fecha de la primera fase y el equipo
amarillo se había quedado con el triunfo por 13 a 7. Esta vez el resultado fue
muy diferente. La Copita dominó la mayor parte del encuentro, fue efectivo en
el arco rival y ganó 16 a 9.
Proyecto Crack salió confiado a presionar arriba y sacar la
diferencia rápidamente, pero se encontró con un mazazo tempranero de La Copita,
que abrió el marcador a los dos minutos en los pies de Lucas Spalluto, que se
escapó por la derecha y definió cruzado, imposible para el arquero. Lastimado
en su orgullo, el amarillo siguió yendo y dejó espacios atrás, que nuevamente
aprovechó su rival y anotó el segundo gol de partido. El trámite se hizo de ida
y vuelta, veloz y repleto de goles. Proyecto Crack descontó rápido, pero La
Copita estaba hecho una máquina y en un abrir y cerrar de ojos se puso 5 a 1
arriba. El amarillo se despertó e hizo dos goles para ponerse de nuevo a tiro,
pero le duro poco, porque volvió a golpear el equipo gris y rosa, en tres
oportunidades consecutivas, para dejar el resultado 8 a 3. La primera mitad fue
un festival de goles que cerró con un último descuento de Proyecto Crack para
irse al descanso.
Después de 25 minutos a puro vértigo, hubiese resultado lógico
que en el complemento bajaran el ritmo, pero no fue así. Las redes siguieron
recibiendo la pelota como nunca. Sin embargo, la diferencia en el marcador era
muy abultada y el “palo a palo” favoreció a La Copita, que llevaba una ventaja
de cuatro goles al término del primer tiempo y que terminó aumentando esa
diferencia a siete. A pesar de las emociones infinitas que brindaron los
equipos adentro del campo juego, también tuvieron su lado oscuro. A medida que
pasaban los minutos y el resultado se convertía en irreversible, el partido se
calentó y empezaron a aparecer las patadas, los insultos y los roces sin
sentido. Proyecto Crack sufrió la expulsión de Agustín Marras y, sobre el final
del juego, los jugadores de ambos conjuntos estuvieron a punto de trenzarse en
una pelea masiva. Por suerte, el pitazo final puso paños fríos y no hubo
mayores consecuencias.
Proyecto Crack tendrá que esperar al próximo torneo para
tener revancha. La Copita FC espera en semifinales por el ganador del duelo
entre All Inclusive e Insistencia Colectiva.
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