Los Merengues le ganaron 8 a 7 a Da Crabs y siguen en la
punta del Torneo Clausura de Fútbol 5 “A” de los jueves. El equipo negro estuvo
en desventaja la mayor parte del partido y remontó el resultado en los últimos
minutos.
Por Roi Waremkraut
En los papeles, Los Merengues era el equipo favorito. Llegó
a la cuarta fecha con puntaje perfecto y le tocaba enfrentarse con el noveno en
la tabla de posiciones. Pero el fútbol es el mejor deporte del mundo, entre
otras cosas, porque no lo gobierna la lógica. Da Crabs planificó el partido de
forma muy inteligente y lo ejecutó casi a la perfección para que el puntero se
sintiera incómodo y no encontrara los caminos al gol. El dominio del juego fue
del conjunto albiceleste hasta los últimos diez minutos, en los que el
cansancio hizo mella y los futbolistas de negro tomaron la iniciativa y dieron
vuelta el resultado.
La estrategia de Da Crabs consistió en esperar ordenado en
su campo, presionar cuando la posesión era del rival y, al recuperar la pelota,
hacerla circular con paciencia para llegar a posiciones de ataque. A los dos
minutos se puso en ventaja, ganó tranquilidad y se dedicó a controlar el
partido. De a poco, el “merengue” se adelantó en el campo y generó situaciones
de gol esporádicas, pero no pudo concretarlas y recibió dos cachetazos más de
contragolpe por parte de los albicelestes. El negro, sorprendido con el
resultado, siguió intentando y pudo descontar de la mano de Nicolás Paredes.
Sin embargo, Da Crabs la embocó en la última jugada del primer tiempo y se
fueron al descanso 4 a 1.
El “merengue” salió a llevarse el partido de prepo en la segunda
mitad. En menos de cinco minutos, Diego Sosa y Matías Aguilera se encargaron de
dejar a su equipo a solo un gol de distancia en el marcador, pero en una gran
jugada individual aislada, Da Crabs puso el 5 a 3 y el partido volvió a estar
cuesta arriba para el líder. Los muchachos vestidos con la camiseta de la selección
argentina se acomodaron de nuevo en el campo, recuperaron el dominio y llegaron
al sexto tanto para regresar a la ventaja de tres.
El destino parecía indicar que se avecinaba la primera
derrota de Los Merengues en el certamen, pero el partido tenía preparada una
sorpresa. El equipo negro se despertó sobre el final y fue como un huracán que se llevó puesto todo. A
falta de tres minutos el resultado ya estaba 7 a 6 a favor de Los Merengues,
que cometió el error de descansar antes del final, convencido de que la hazaña
era un hecho; y pagó con el empate. Aguilera tuvo que disfrazarse de héroe en
el descuento para poner el 8 a 7 definitivo, mantener la punta del torneo y el
invicto.
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