Las finales cuestan más

Sport Omar tuvo que pelear mucho más de lo que lo hizo durante todo el Clausura, pero terminó proclamándose campeón tras empatar 1 a 1 y ganar por penales. Pergamino estuvo arriba en el resultado, aunque se terminó yendo con las manos vacías de GEBA.

Por Martín Wajsbrut

Las finales son partidos aparte. Sport Omar había ganado todos sus partidos en el torneo, e incluso lo había hecho con cierta  comodidad. Cuando se había enfrentado a Pergamino, lo había goleado 8 a 1. Era, sin dudas, el candidato. Lo ocurrido en la final, sin embargo, distó mucho de tenerlo como un claro ganador. Su rival le jugó de igual a igual todo el partido y durante un rato estuvo en ventaja en el marcador. El héroe de la noche fue Gianfranco Girardi, que atajó dos penales en la definición.

Pergamino quería demostrar de entrada que este partido no tenía nada que ver con el anterior y salió a apretar. A Sport Omar le costó unos minutos acomodarse, pero con el paso del tiempo fue saliendo un poco de su campo. Nahuel Ulere, goleador de Sport Omar y del torneo, corrió una pelota que parecía tener destino de lateral y definió, pero Kevin Chait no tuvo mayores problemas para atajarla. Luego, Gianfranco Girardi comenzó a construir su gran partido con una doble atajada a Agustín Slupsky, en lo que pudo ser gol de Pergamino.

La segunda parte del encuentro fue mucho más abierta y entretenida. Felipe, que había ingresado desde el banco para Pergamino, tiró un buen centro al ras del piso que ninguno de sus compañeros pudo desviar al arco. En Sport Omar había comenzado a agrandarse la figura de Manuel Sánchez Charo, que logro hilvanar algunas buenas jugadas. La apertura del marcador la terminaría consiguiendo Felipe, quien se animó a probar de media distancia y venció a Girardi con un tiro cruzado. El arquero fue sorprendido porque el rival recibió la pelota desde un saque lateral y remató enseguida.

Sport Omar necesitaba el empate, pero no encontraba los circuitos de juego para prevalecer ante su rival. El gol llegó por un centro al área, que Waso terminó conectando y enviando a la red. Ambos equipos tuvieron chances para ganarlo, aunque ninguno pudo hacerlo y la final fue a los tiros de penal. Allí, el campeón también estuvo en desventaja porque Waso erró el suyo, pero Gianfranco Girardi tapó dos ejecuciones y le dejó la posibilidad a Carlos Marsal de definir la serie.