El Xeneize empató uno
a uno en Parque Patricios frente a Huracán y le dio la posibilidad al conjunto
de Marcelo Gallardo de depender de sí mismo en la lucha por el campeonato. Sin
embargo, el Millonario igualó de local sin goles contra Rosario Central y dejó
pasar la oportunidad.
Por Roi Waremkraut
La lucha por el torneo está que arde. Boca y River pelean
palmo a palmo en un certamen que brinda emociones cambiantes todos los fines de
semana. En esta oportunidad el equipo de la Ribera jugó su partido el sábado en
el estadio Tomas Adolfo Ducó contra Huracán que, cuando parecía que Boca se
llevaría los tres puntos con un gol de Benedetto en la única aproximación al
arco de Marcos Díaz, logró empatarlo en el último minuto con un penal ejecutado
por Romero Gamarra. Este resultado le abría una puerta a los de Nuñez. Si
lograban el triunfo en su partido dominguero contra Rosario Central, quedarían
a dos unidades del puntero, con un partido pendiente por disputar frente a
Atlético Tucumán. Pero River tampoco pudo doblegar al duro equipo rosarino y la
tabla quedó igual que como estaba el viernes.
El equipo de Guillermo Barros Schelotto atraviesa una crisis
que se vio claramente reflejada en el partido del sábado. Con una dupla central
nueva que no había jugado en todo el torneo, Tobio y Magallan, un medio campo
sin juego y los problemas extrafutbolísticos de una de sus figuras, Ricardo
Centurión, denunciado por violencia de género; Boca no pudo elaborar juego en
ningún momento durante los noventa minutos en Parque Patricios. Si bien tampoco
sufrió mucho en defensa, fue llamativa la carencia de situaciones de gol. Pudo
abrir el marcador en una jugada aislada con una gran definición de Darío
Benedetto, el único que está en otra sintonía, pero no supo cuidar la ventaja. En
la última jugada del partido, Agustín Rossi le cometió un penal infantil a
Montenegro y Romero Gamarra lo transformó en el empate final.
En un monumental repleto de hinchas ilusionados con
arrebatarle el título a los de La Boca, bajo una lluvia fría e intensa, River
disputó el domingo su partido frente al difícil Rosario Central de Paolo Montero.
Ambos equipos venían mostrando un nivel superlativo con respecto a la media del
fútbol argentino y prometían un encuentro apasionante, que no fue tal. El
Canalla planteó un trámite sucio para impedir el juego por abajo del Millonario
y le salió bien. El primer tiempo pudo haberse puesto en ventaja, pero el
árbitro asistente Navarro vio un offside inexistente de Camacho y detuvo una
jugada franca de gol. En la segunda mitad el local mejoró y tuvo chances de ganarlo,
pero el palo y el “Ruso” Rodríguez lo impidieron. El cero a cero final fue un
respiro para los de La Ribera que, aunque sea por una semana más, seguirán
siendo los líderes del torneo.
River tendrá que jugar su partido pendiente frente a Atlético
Tucumán de visitante este miércoles y, de conseguir la victoria, quedará a sólo
una unidad de Boca. Después restarán cuatro fechas para la finalización del
campeonato, que promete ser apasionante.
Foto: Nexogol