jueves, 21 de diciembre de 2017

El contraataque como arma letal

Cardo le ganó a Carayá 3 a 1 y se quedó con un torneo muy complicado. A pesar de que en la previa de los playoff no era uno de los favoritos, jugó muy buenos partidos y se llevó el campeonato con total justicia.

Por Martín Wajsbrut


Por Martín Wajsbrut

El torneo de fútbol 8 de los domingos es muy interesante. Buenos equipos es lo que sobra y a Haile Selassie, Pildorita y El Ñupi, animadores del torneo anterior, y a El Newbery, que en el Apertura le había ido mal y en el Clausura avanzó hasta semifinales, se les sumaron nuevos equipos con muchas pretensiones como UIE,  Pura Química, Carayá y Cardo. Este último fue el que terminó festejando y llevándose el primer premio.

Carayá tuvo la pelota desde el principio, pero en ningún momento del partido logró generar peligro serio para el arco defendido por Gonzalo Viso. Por lo contrario, Cardo estuvo muy concentrado en las marcas, pero cada vez que la pelota le llegaba a Maximiliano Vivaldi, había una situación de riesgo garantizada. El goleador del torneo primero probó con un tiro muy potente que se fue desviado por poco, y luego tuvo el gol de cabeza, pero no pudo darle bien a la pelota.

Rodrigo Calo estuvo cerca de poner arriba a Carayá con un despeje que casi termina complicando a Viso. Sin embargo, Vivaldi volvió a recibir la pelota, arrastró la marca contra la derecha y habilitó a Facu, que definió cruzado desde la otra punta, venciendo a Ronal Cúper. El gol envalentonó a Cardo, que a partir de allí intentó jugar un poco más adelante. De todas formas, hay que destacar que Mariano Bergman y Matías Evaristo no perdieron la concentración ni una vez en los cincuenta minutos del partido.

Ya en el segundo tiempo, Viso tuvo una gran atajada con el puño luego de una buena ejecución de un tiro libre por parte de Ricardo Arce. Más allá de esa jugada puntual, Cardo seguía controlando los ataques del rival y en un córner consiguió ampliar la diferencia. Rodrigo Calo quiso despejar la pelota de su área, pero esta encontró la cara de Matías Evaristo y se metió en el arco. Pese a la fortuna en la definición, fue un gol más que merecido para un aguerrido defensor.

Tras el segundo gol, Carayá hizo algunos cambios ofensivos para intentar descontar, pero apenas si se pudo acercar alguna vez. Maximiliano Vivaldi se lesionó y tuvo que salir, y eso preocupó mucho a sus compañeros, aunque luego reingresó y terminó convirtiendo el 3 a 0 tras quedar mano a mano con Ronal Cúper. Santiago Sánchez se fue expulsado producto de la impotencia por el resultado, y ya con diez jugadores Carayá consiguió su único gol del partido a través de Ricardo Arce.

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